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Es un comic que se lee volado, y que merece la pena, en él puedes encontrar varias de las peripecias que viven los dueños de perros.
Miguel Gallardo, es el autor del comic "Maria y yo" y en él también te cuenta las peripecias con su hija Maria que tiene autismo. Es un autor que rara vez escribía historias de ficción sino que todas sus historias son personales.
Recomendable.
En el mes de diciembre me enteré que el guionista y dibujante de comics George Pérez, tenía un cáncer terminal y que había decidió no seguir el tratamiento y los 6 meses que le restaban disfrutar de la compañía de su familia, y hace unos días se fue, nos dejó sus obras y esa sonrisa que siempre podías ver en su cara.
George era quien me aficionó a la lectura de comic, presentado por mi primo fue el primero en dejarme leer sus comics. A través de las historias de George, puede aprender que no existían diferencias de color, en la misma mesa comían todos juntos, jugaban todos juntos y se salvaban la vida unos a los otros, a través de sus comics, aprendí ciencia, que el mundo era un lugar pequeño, que había muchas cosas que quedaban todavía por descubrir, otros mundos, otras civilizaciones, también aprendí que una civilización no es mejor que otra, sino que simplemente son diferentes, que pueden ser así por su entorno, sus creencias o por lo que le ha tocado vivir.
Conocí a George en las jornadas del comic en Avilés, de hecho podría decirse que la primera vez que fui a Avilés fue para conocer a George allá por el año 2002, y de ellas me traje un dibujo. Reconozco se quedó un poco sorprendido porque nadie le había pedido un Changeling en años, pensó un poco y se puso manos a la obra, siempre sonriendo, y siempre que le vi en Avilés le veías rodeado de gente, tenía para tiempo para todos, y siempre decía "por favor si ya tenéis un dibujo dejar a otro, que nadie se quede sin él"
Y ahora ya no está, se ha ido, y en todas sus fotos le verás sonreír, fue una buena persona, un autor cercano, que siempre tenía tiempo para sus aficionados, cuando daba las charlas siempre comentaba que una vez el fue el aficionado y se acordaba de lo duro que era seguir a sus autores favoritos para conseguir un dibujo, supongo que por eso siempre quiso que cada uno de sus aficionados pudiera tener un dibujo suyo, creo que nunca olvidó su origen.
Hasta la vista George.
Reconozco que este libro me ha decepcionado un poco, esperaba bastante más de él, por lo menos haberme reído más, y quizá, que estuviera un poco más trabajado.
Al ser un libro corto, se lee bastante bien, pero lo que sorprende es que al ser de Eduardo Mendoza en más de una ocasión resulte un poco pesado, las novelas que he leído de este autor siempre me han resultado divertidas y entretenidas.
Quizás uno de los dos no estuviera en su mejor momento cuando empezó este libro.
