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martes, 21 de julio de 2015

¡ESTO VA DE TRENES!



Después de terminar las Memorias de Sherlock Holmes y realizar junto con Sherlock y Watson el viaje final, me entro mono de tren, tenía la necesidad de viajar en tren, por lo que decidir ir a “Estación Victoria a las 4:30” con Cecil Robert, ha sido un viaje muy agradable, que me ha permitido visitar Londres, Paris, los Alpes Suizos, Viena, Budapest, Nich, Rumanía, Salonica hata llegar a Atenas, he podido comprobar cuanta gente diferente puede viajar en un tren, además cada uno tiene una historia, un pasado cierto y un futuro incierto.
Pero que sería de un viaje en tren sin “Asesinato en el Orient Expres” de Agatha Christie, asique después de tomar un pequeño respiro he hecho de nuevo las maletas para viajar con mi belga favorito Hercule Poirot, hay que decir que Mr. Bouch gerente de Wagons-Lits Company estaba preocupado por el asesinato, decía que si se enteraba la gente nadie iba a querer viajar en el Orient Express, pues justamente eso fue lo que más famoso le hizo.  Comencé el viaje en Alepo con el Taurus Express, que me llevo hasta Estambul , para continuar viaje en el Simple Oriente Express, ¡qué aventura! Puedo decir que he visto dos versiones cinemátográficas diferentes y ahora he leído el libro, he disfrutado con todas ellas. El final es conocido, pero lo interesante y más fascinante es como se llega a él. 
Ahora a descansar otro poquito para luego poder madrugar y acompañar a “El lector del tren de las 6:27” de Jean-Paul Didierlaurent, en está ocasión no me he movido de la capital del amor por excelencia, Paris, he viajado en su RER o aquí comúnmente conocido como tren de cercanías, ha sido muy agradable viajar con otro amante de los libros, Guibrando Viñol, escuchar sus lecturas y conocer como muy bien dice la solapa del libro “a gente corriente que esconda un mundo extraordinario”. Como cualquier viaje en cercanías lleva poco tiempo, pero que disfrutas mucho y te permite de nuevo viajar por un mundo conocido pero verlo con ojos diferentes.

Aunque en principio mi recorrido en tren va a ser quedar me al lado de Georges Simenos y su “Hombre que veía pasar los trenes”, estaré en la estación viendo pasar los trenes y planeando cual será el mío, solo espero no acabar como el protagonista de la novela, Kees Popinga. De la historia sólo puedo decir que está es la tercera que leo sin ser de Maigret, y es tan buena y sorprendente como las anteriores.
Casi seguro que  este verano todos mis viajes serán entre líneas.

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