Mi relación con Letras Corsarias comenzó hace ahora casi 2 años, a través de la guía Michelin y sus librerías premiadas.
Accedí a su página y me enamoré, cuando empecé a leer sus boletines me volví una novia fiel.
La primera vez que visite su librería, comprobé que Letras Corsarias
es también real, y no un avatar oculto. Una librería moderna con toques
clásicos en sus estanterías, un olor a libro que atrapa y una variedad
que da cabida a grandes y pequeños, desde poetas a aficionados al comic.
Paseando por sus pasillos puedes captar a los lectores que como tú
buscan algo diferente en una librería y esos libreros que últimamente
escasean en las librerías. Solamente un vistazo me hizo falta para
descubrir al escritor de mis boletines, la voz que me acompaña cada
mañana de sábado en los desayunos, él siempre está ahí, a mi lado, junto
al zumo, el café y esa tostada que me mantiene en el mundo real,
evitando mi fuga hacia nuevos mundos por descubrir, nuevos escritores,
poetas, dibujantes a los que me traslada Letras Corsarias en su barco y a
la mar. Tiene esa aspereza huraña de los amantes de los libros que
hasta que los conoces no los puedes estimar (amar). Me recuerda a esos
libros clásicos, con sus austeras cubiertas de piel y ese olor a tinta,
que una vez que los abres descubres todo un mundo de aventuras,
misterios, romances y más, que te acaban dejando huella.
Como contrapartida, encuentras un alma que es la amabilidad
personificada, hace que todo sea más fácil según llegas, como esos
libros de ilustraciones que hacen que las historias sean más coloridas o
más grises, pero siempre entrañables y atractivas.
Anímate a hacer una escapada y visitar Letras Corsarias, déjate
seducir por las historias que se esconden, guiar por esos libreros, amantes de libros, que te ayudarán a encallar en islas de
las que seguro no querrás o te costará salir. ¡Anímate y ve!