A veces, sin pretenderlo, las sendas nos llevan a sitios
inesperados y este año mis caminos en las lecturas confluyen bastante, primero
fue en París, durante la guerra, luego me pase unos días viajando en tren y
ahora son las moscas, 1º con “El misterio de la mosca dorada” y ahora “El señor
de las moscas”.
La verdad es que no tienen nada en común el uno con el otro.
El Señor de las moscas es un libro que me ha causado mucha
ansiedad y he podido observar lo mucho que se puede manipular a la gente con el miedo,
además de algo que cada vez observo más en esta sociedad; las masas llevan a cabo
crímenes que un solo individuo difícilmente cometería, según estoy escribiendo esto,
me viene a la memoria el chico que tiraron al Manzanares y que falleció, pues en
esta novela hay una escena parecida; un grupo de chicos que estaban excitados
y fuera de sí también comenten un crimen semejante.
En el miniclub salió la idea de que William Golding podía
estar además comentando como pudieron surgir las religiones, la verdad es que yo
no lo ví muy claro, pero ahora no lo descartó para nada, porque Jack en una de las
ocasiones decide compartir la caza con el ser desconocido que habita en las
montañas para que les deje vivir tranquilos, en todas o casi todas las
religiones está como base la ofrenda, así que bien podrían tener su origen en
el miedo a lo desconocido.
Ha sido una lectura un poco angustiosa en algunas ocasiones,
pero no tiene desperdicio y os aconsejo este premio Novel de la Literatura.