Un libro estupendo para esta época de año, relajado, ameno y
fácil de leer.
Al leer el resumen esperas más de él, pero al final resulta
ser un poco flojo, la autora quiere mantener la intriga y el “nosequé” de lo que
pasa en el pueblo, para luego no saber rematar bien la historia.
Cierto es, que se lee solo, motivo por el cuál acabas leyéndolo
sin dificultad, pero no acaba de enganchar, y sería fácil dejar la historia a
medias si por el camino surge algún libro más entretenido.
Como punto a su favor hay que mencionar que la idea de un
pueblo así es bastante romántica y atractiva, y dan ganas de viajar a Italia, pasear
por sus pueblos y ciudades, además de tomar un café en el Bar Paris.
Lo recomendaría como libro para desconectar entre varias
lecturas.